Una especie de pérdida constante del nivel normal de la realidad.


El Pesa-nervios, Antonin Artaud


lunes, 27 de julio de 2009

EN MI FIN ESTÁ MI PRINCIPIO

En mi fin está mi principio; todas las cosas escapan, visiones fugaces, los ventanales detrás de la carne que pide recoger su orgullo.

En mi fin está mi principio, los protocolos están abatidos en sus sillones de hotel de lujo malgastando la saliva que queda para pasar los billetes gastados y beber la ronda más fina que un guantelete puede imaginar.

En mi fin está mi principio. Mi principio está en mi fin, todos lo saben, me caí de un cuarto piso y no he vuelto a recuperarme; desde entonces no escribo en verso, sólo por diversión masticada con alicates y sangre en los dientes de un velocista arañado por sus brazos inmóviles que juegan al escondite en los animales desiertos de mirada confusa como un sauce llorón acostumbrado a ir de juerga con las putas de su familia, mira cómo bailan los peces en el río y un drama que no ha acabado en la cuarta escena es un fracaso total para el pubis del público, necesitado de algún lugar donde dejar escapar las palabras de agradecimiento para el autor del auto -de fe, sin mejoras de salario ni huesos rotos en la nuca.

¡Qué has hecho, qué has hecho! Estoy arrepentido de arrepentirme antes de haberme arrepentido, los animales me buscaban en un baño caliente, porque los pelos de Absalón no se soltaban y tuve que ir a ayudar al árbol a cargárselo; un último mensaje: los mensajes no son bien recibidos. Estoy por principio en contra de todos los manifiestos; sin embargo, en mi fin está mi principio, copia exacta del original encontrado en el palacio de Hagia Triada (uno de esos lugares llenos de ratas que la magia de un vómito destrozó la moral para atravesar la pared construida por la entrada un molusco mercader de troyanos), la pieza clave para acabar el ajedrez del newspaper, la herencia rota y ofuscada, encaprichada con unos tirabuzones de pega.

Ich habe kein Zeit, entschuldigen.

He dicho.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿que en tu fin está tu principio? ¡pues menuda noticia! burjalabí, astárana caralíbora, buaaaah, buaaaah, los detritívoros me comen y me coment-an con haches intercaladas buaaah buaaaah, ¡qué tristeza me invaden las texturas silenciosas!

(los biombos son bonitos)

Anónimo dijo...

bueeeenooo...ya está aquí la listilla de turno! ¡hay que ver! que no tenéis ni idea...