Una especie de pérdida constante del nivel normal de la realidad.


El Pesa-nervios, Antonin Artaud


domingo, 25 de octubre de 2009

EN LA VIDRIERA

En la vidriera huecos extraños y vasos de viaje, un nido de aves acuáticas que emigran hacia valles verdes como giros de esquizofrenia sin freno.

Las demás canciones se callan, vuelven a sus casas con las cabezas bajas, como en una concentración silenciosa contra la ambición escupidera de un desesperado en plena luz -la temperatura sube escandalosamente, también los jugos gástricos y las cifras de accidentes de coches.

Aunque no sepamos la causa, el principio es infalible; contra los magos, contra los colegios, contra los atardeceres, contra las vallas, contra los coches, contra las balas, contra el labio inferior, contra las lápidas y los peces, contra el discípulo descarriado que esconde los institutos tirados por el suelo de la planta de quimioterapia: la correa, el síndrome, el golpe. Una muela que cruje y un ángel que cruza la carretera con pies de plomo y a cuatro patas; mañana el grito, la despedida.

Mañana la frágil llama de la palabra que no brota. El cuello de la letra grabada, el corte frontal, la rosa teñida de halcón, que planea los vidrios y jeringuillas -lobos apretados en el metro, reclusos impotentes que silban melodías aplastados contra la cuchilla de afeitar temblor de la espina dorsal, el manicomio tapado con lonas de circo.

4 comentarios:

Piedad dijo...

Cuando me miro en el cristal, me veo deformada.

Salud!

FEDERICO OCAÑA dijo...

Gracias por comentar

Piedad dijo...

En serio, en ocasiones tus entradas suscitan en mí deseos de continuar la rebelión surreal y es por eso que mis comentarios carecen de sentido. Pero es porque la entrada ha provocado en mí una honda impresión.
no pretendo trivializar con tu escrito o comentar por comentar, es una catarsis verborreica, si se me permite.
Respetuosamente se despide,

Piedad

FEDERICO OCAÑA dijo...

vale, captado, seguiré entonces con mi particular batalla por el surrealismo, gracias por los elogios